El nuevo Twelve de Rane no es lo que parece. Parece un plato pero no lo es, porque no puedes escuchar vinilos con él. Tiene en su cuerpo el logotipo de Rane, pero Rane en su vida ha hecho platos. ¿Qué es entonces? Un controlador carísimo cuyo mercado es muy restringido.
Hace poco más de un año el sector se ponía del revés al darse a conocer que el fabricante norteamericano Rane era adquirido por el conglomerado empresarial InMusic. Dicho conglomerado posee entre otras las marcas Akai, Denon y Numark, y ya en el pasado había hecho “experimentos” en el sector DJ combinando elementos de las diferentes marcas en productos destinados a DJs, con resultados desiguales. Hemos podido ver el NS7II y NS7III de Numark con pads de los populares Akai MPC. Hemos visto dispositivos DJ de Akai como el AMX y el AFX con un diseño y unos componentes (botones, faders, pads) que pasarían totalmente como uno de Numark. Cuando se supo que InMusic compraba Rane y que la marca dejaría de manufacturar en EEUU para hacerlo en Asia, todo el mundo se aterrorizó dando por hecho que por un lado se reduciría drásticamente la legendaria calidad de construcción de la marca, y que por otro podrían directamente aparecer productos bajo la marca Rane que en realidad fueran productos de gama baja del estilo de los que hace Numark.
¿Rane haciendo platos y controladores?
El Twelve es mecánicamente un plato, y funcionalmente un controlador MIDI. Rane jamás ha destacado por fabricar ninguna de esas dos cosas. Nunca ha fabricado nada que se parezca a un plato giradiscos, y lo más parecido que ha hecho a un controlador es que los controles de sus mesas envíen mensajes MIDI. Curiosamente Numark tiene bastante experiencia combinando controladores con bandejas motorizadas de platos, es algo que hemos visto tanto en la gama NS7 como en el V7. Sin embargo aquí se ha repetido la idea pero a lo grande
El Twelve ha sido realizado con las mismas dimensiones y construcción que un plato de gama alta, y emplea un motor de tracción directa similar al de los platos profesionales. Según Rane tiene un motor que es capaz de desarrollar un par motor de 5kg/cm, y que tiene dos modos de funcionamiento, uno que emplea toda la fuerza del motor y otro modo “low torque” para adaptarlo al gusto del usuario que está acostumbrado a menos fuerza. Vaya, esto no se corresponde con los clásicos motores con par motor de 4.6 kg/cm que montan los platos Super OEM. Esto sin embargo sí que se corresponde exactamente con el VL12, el plato que Denon aún no ha sacado al mercado, y que tiene un motor de nueva factura en cuya descripción se detallan exactamente el mismo par motor que el Twelve de Rane y además los dos modos de funcionamiento. Adicionalmente los botones y la tira táctil del Twelve son idénticos a los que emplea Denon en sus últimos controladores, mesas de mezclas y reproductores (por favor, sólo comparad el botón de Play). Como remate, ambos productos funcionan con los mismos rangos de pitch: 8, 16 y 50%.
En resumen, se podría decir que el Twelve es casi un plato hecho por Denon. Pero espera, no es un plato, porque aunque puedes poner un patinador y un vinilo sobre la bandeja giratoria, no hay brazo para que suene. El plato sólo envía MIDI. Y vale 800$ (ya veremos cómo queda en euros en España). Repito, es un plato hecho por Denon que vale 800$ en el que no puedes escuchar un vinilo. Tiene el tamaño de un plato, los controles de un plato, el motor de un plato, se controla como cualquier otro plato, pero no podrás escuchar un sólo vinilo en él. Pero lo pagarás como si fuera un plato.
¿Por qué?
No me queda ninguna duda de que Rane quiere recuperar a todo el sector del turntablism, en el que ya ha tenido muchos éxitos, y veo lícito que les quieran ofrecer un producto con el que todos los turntablistas deben soñar: un plato perfecto en el que la aguja nunca salta ni puedes golpear por error el brazo al hacer tus malabares sobre el equipo. El problema es que para lograrlo han eliminado totalmente el brazo y la aguja. No me cabe tampoco ninguna duda de que el dispositivo responderá exactamente igual que un plato real, y probablemente envíe de manera precisa todos los movimientos del vinilo convertidos en MIDI (no es tan difícil y ya se ha hecho antes). Pero lo incomprensible es que haya que pagar incluso más que por un plato normal y que el producto no pueda reproducir vinilos, de hecho no puede reproducir absolutamente nada, es un mero controlador.
¿Esperan realmente que la gente se gaste 1.600$ por abandonar sus antiguos platos para pasarse a esto? Me temo que aunque habrá quien lo compre y lo disfrute, pero mucha gente ni se parará a valorar esta opción y seguirá usando DVS, que es algo bastante perfeccionado a día de hoy, y a lo que seguramente ya le estará sacando provecho. Eso entre turntablistas, en el sector de los DJs de club creo que mucha menos gente se planteará cambiar los platos por esto. Ya que la manipulación del vinilo que realizan es muchísimo menor y la cuestión del brazo y la aguja aunque sigue siendo clave es mucho más controlable que en el turntablism.
Esto simplemente en el aspecto de entender el producto. La jugada de sacar esto bajo el nombre de Rane es puramente marketing y un intento por aumentar la relación de la marca con el turntablism. Una empresa rescatada de la quiebra hace un año no se recompone y se saca de la manga un producto en el que nunca ha trabajao en tan poco tiempo, la idea del producto probablemente se tomó de otra de las marcas, igual que la tecnología que debe de emplear.
¿No hubiera sido infinitamente más sencillo implementar la transmisión de datos MIDI del motor en un plato normal y corriente? Si quieres usarlo como controlador dejas el brazo en su sitio, y si quieres usarlo con vinilos normales pones el brazo sobre el vinilo. Con poner un sensor en la pieza que sujeta el brazo perfectamente podría conmutarse entre un modo u otro.