Es siempre una apuesta arriesgada la de optar por calidad en lugar de cantidad, pero en manos correctas, es apuesta ganadora. Eso es lo que ha ocurrido en el debut del Electrosplash en Valencia, evento que denominaremos “festival boutique”, porque llamarlo “mini festival” sería una falta de respeto dados los grandes artistas que participaron y el selecto público que acudió.